Mapa de la isla de Atlántida
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Una fascinante teoría ya comprobada, indica que la isla Atlántida se encontraría en el Mediterráneo Oriental, precisamente en el archipiélago de las islas Cícladas, en un área hoy ocupada por la isla de Santorini.
Que Santorini es todo lo que queda de una isla mucho más grande, destruida en una catastrófica explosión, se sabe desde hace tiempo: de la antigua Thera erupcionaron cerca de 18 kms. de lava y su explosión no dejó más que un gran espesor de roca arenosa. Solo en los años setenta, el método del radiocarbonio permitió fechar, con un margen de error mínimo, un trono que se encontró sepultado en las cenizas volcánicas: la erupción debió ser alrededor del año 1456 a.c.
Esta fecha coincidía con una hipótesis elaborada algunos años antes por un geólogo greco llamado Angelo Galanopulos quien, analizando algunos episodios de la Biblia (los "tres días oscuros", los terremotos, la división de las aguas en el Mar Rojo), concluyó que en aquel año una explosión volcánica debía haber sucedido en el Mediterráneo oriental. Además, leyendo las numerosas transcripciones de los textos platónicos, el geólogo afirmó que hubo un error de cálculos en el sentido que se habían multiplicado en diez veces las cifras originalmente entregadas: se había leído como 900 en vez de 9000 años el período de la desaparición de Atlántida o Thera, lo cual hacía coincidir la desaparición de esta isla con la erupción que destruyó Santorini.
Después de varios estudios llevados a cabo en 1973 por la geóloga Dorothy Vitaliano, se señaló que la tipografía de Atlántida descrita por Platón correspondía a aquella de Thera.
La hipótesis más convincente es que la destrucción de Thera, base naval del imperio minoico, se debió a una serie de maremotos que prosiguieron al evento volcánico, los que hicieron desaparecer gradualmente esa civilización y su supremacía en el Mediterráneo, trayendo como consecuencia el protagonismo de Micenas.
La explosión del volcán habría dado origen al mito de Jasón y del minotauro, a las narraciones de Platón y a aquellas de la Biblia.
Las excavaciones que se han realizado en Thera excluyen la idea que la erupción del volcán haya sido un acto repentino. En las casas que se han descubierto en Akrotiri (Santorini) no se han encontrado restos humanos, ni joyas, ni ningún objeto precioso, como si los habitantes de Thera hubiesen tenido todo el tiempo del mundo para recoger sus propios bienes y huir.
Probablemente la erupción fue progresiva y anticipada de diversos temblores que sucedieron durante semanas previas, que impulsaron a los habitantes a abandonar la isla en una primera etapa, para luego volver. Esto se deduce de las excavaciones que demuestran cómo la población comenzó a reparar los daños sufridos con los temblores y habrían comenzado a retomar su vida de siempre, una calle reabierta, restos de materiales ordenados como desperdicio, son algunos de los testimonios ... pero las obras de reconstrucción pareciera ser que se interrumpieron bruscamente cuando el volcán volvió a dar signos de actividad e hizo huir definitivamente a la población en dirección a Creta.
En este punto comenzó una gran actividad en el volcán con una secuencia impresionante de fenómenos que produjeron primeramente lluvia de piedra pómez, piedras, piedras rojas para terminar con una gran explosión de la característica piedra pómez rojiza tan típica de esta isla.
Resumiendo, cuando el volcán explota tira a lo alto una cantidad enorme de materiales incluyendo gas a altísimas temperaturas que llegan hasta la estratósfera alcanzando una velocidad de 2000 kms. por hora haciendo escuchar sus bramidos desde Escandinavia hasta Africa. Sus cenizas se expandieron por miles de kilómetros y transformaron el día en la noche más oscura alterando amaneceres, atardeceres y condiciones meteorológicas.
La violenta explosión de lava y magma provocó que se derrumbara todo el volcán, millones de metros cúbicos de agua se precipitaron sobre la lava incandescente permitiendo que la repentina vaporización del agua haya generado una serie de explosiones titánicas que terminaron por eliminar lo poco que quedaba de la isla, produciendo inmensas olas de una altura de hasta 60 metros que llegaron hasta las costas de Creta y Egipto. ¿Fue este el fin de Atlántida?
Seguramente lo fue de Santorini y su civilización. Lo que si es seguro es que el misterio de una isla desaparecida generará una fascinación e interés único en la humanidad.
Podemos hacer nuestras las palabras de un célebre escritor:
"Está bien que Atlántida siga como un misterio.
Es justo que el hombre, mirando el océano, piense en un lejano reino, en un día y en una noche del agua y del fuego, en el orgulloso sueño de una eternidad quebrada por el despertar de la naturaleza.
Las civilizaciones nacen, crecen y al final, mueren. Preparémosnos a esto.
Atlántida no existió jamás. Está en cada lugar". |